En el envío anterior hablamos de algunas razones por las cuales Dios permite el sufrimiento en la vida del cristiano. Cuando pasamos por el valle de sombra de muerte también nos sentimos solos y sin fuerzas.
Recuerda que Jesús te dejó dicho: “No voy a dejarlos solos; volveré a estar con ustedes.” Juan 14:18 (Traducción Lenguaje Actual) y también: “Yo estaré siempre con ustedes, todos los días, hasta el fin del mundo”. Mateo 28:20 (TLA)
Mira lo que dice el autor de la carta a los hebreos: “No vivan preocupados por tener más dinero. Estén contentos con lo que tienen, porque Dios ha dicho en la Biblia: “Nunca te dejaré abandonado”. Hebreos 13:5 (TLA)
Así que te animo a que seas “fuerte y valiente. No temas ni te asustes ante esas naciones, pues el Señor tu Dios siempre te acompañará; nunca te dejará ni te abandonará.” Deuteronomio 31:6 (NVI)
Hoy Dios te dice como a Josué: “Nadie podrá derrotarte jamás, porque yo te ayudaré, así como ayudé a Moisés. Nunca te fallaré ni te abandonaré. Pero tú debes ser fuerte y valiente, porque serás tú quien guíe al pueblo de Israel para que reciba el territorio que les prometí a sus antepasados. Sólo te pido que seas muy fuerte y valiente. Así podrás obedecer siempre todas las leyes que te dio mi servidor Moisés. No desobedezcas ni una sola de ellas, y te irá bien por dondequiera que vayas. Nunca dejes de leer el libro de la Ley; estúdialo de día y de noche, y ponlo en práctica, para que tengas éxito en todo lo que hagas. No te desanimes ni tengas miedo, porque yo soy tu Dios, y te ayudaré por dondequiera que vayas.” Josué 1:5-9 (TLA)