Hola! Hoy quiero decirte que Jesús ya pago el precio de tu paz: “Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.” Isaías 53:5 (NVI)

Quizás tengas pensamientos que te atormenten, pueden ser de temor, de culpa, de tristeza o muchos otros. Pero mira lo que dice Isaías 26:3 “Al de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía.”

Al parecer aquí encontramos dos requisitos: tener un carácter firme y confiar en Dios. ¿Confías en Dios? Mas allá de que la situación que atraviesas tenga el desenlace que deseas o no… ¿Confías en que Dios hará lo mejor para ti y para los que te rodean? Mira lo que  dice Romanos 8.28: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.” (Reina Valera 1960)

“Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.” Isaías 55:8-9 (NVI) 

Esto nos revela que aunque nosotros no entendamos el obrar de Dios debemos estar confiados de que Él está viendo mucho más de lo que nosotros podemos ver y tiene un plan positivo para nuestras vidas.

“Señor, tú estableces la paz en favor nuestro, porque tú eres quien realiza todas nuestras obras.” Isaías 26:12

“Sus caminos son placenteros y en sus senderos hay paz“. Proverbios 3.17