Hoy me gustaría recordarte que “El Señor nos recuerda y nos bendice: bendice al pueblo de Israel, bendice a los descendientes de Aarón, bendice a los que temen al Señor, bendice a grandes y pequeños”. Salmos 115:12-13 (Nueva Versión Internacional)
“El Señor es sol y escudo;
Dios nos concede honor y gloria.
El Señor brinda generosamente su bondad
a los que se conducen sin tacha”. Salmos 84:11 (NVI)
“El justo se ve coronado de bendiciones,
pero la boca del malvado encubre violencia.
La bendición del Señor trae riquezas,
y nada se gana con preocuparse.
Lo que el malvado teme, eso le ocurre;
lo que el justo desea, eso recibe”. Proverbios 10:6,22,24 (NVI)
Dios siempre está al tanto de sus hijos. Él no es un padre ausente, sino que día a día te muestra las bondades de su amor. Por eso podemos decir como Job: “Me diste vida, me favoreciste con tu amor, y tus cuidados me han infundido aliento”. Job 10:12 (NVI)
El salmista lo expresaba de esta manera: “Porque tú, Señor, bendices a los justos; cual escudo los rodeas con tu buena voluntad”. Salmos 5:12 (NVI)
“A los necios no les importa
si Dios los perdona o no,
pero la gente buena
quiere el perdón de Dios”.
Proverbios 14:9 (Traduccción Lenguaje Actual)
“Dios hizo todo eso para que lo alabemos por su grande y maravilloso amor. Gracias a su amor, nos dio la salvación por medio de su amado Hijo”. Efesios 1:6 (TLA)
“Así que, cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al trono de Dios. Él nos ayudará, porque es bueno y nos ama”. Hebreos 4:16 (TLA)
Así que por todo esto, y por todo lo que recibiremos de Dios en el futuro: “¡Demos gracias a Dios por su amor, por todo lo que ha hecho en favor nuestro!” Salmos 107:8 (TLA)